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Un equipo en modo creativo aumenta la rentabilidad de la granja

Partimos de los supuestos conversados en el artículo anterior, en él se preguntaba si el equipo de trabajo estaba en modo supervivencia o en modo creativo

El modo supervivencia es una manera en que las personas funcionan por defecto cuando su seguridad vital (economía, necesidades básicas, problemas compañeros) se ve amenazada.

Las propuestas para que los colaboradores puedan superar este modo limitado de funcionamiento y expresen su potencial son:

  • Comprender cuál es su trabajo, “no produce cerdos, cuida personas que producen cerdos”.
  • Atender primero los aspectos económicos en cuanto a su remuneración y desempeño, premios por productividad y sueldos acordes a las habilidades requeridas.
  • Superar cualquier opción, de cualquier rubro que pueda competir por esa persona en la zona.
  • Pagar un trabajo que incluye sábados y domingos, esfuerzo físico, retiro y procesamiento de animales muertos y varios olores.
  • Construir una granja a la que quieran ir, buen transporte hasta la misma, buenos vestuarios, buenos baños, buena ropa, las herramientas que necesitan con una infraestructura y logística acorde a los objetivos propuestos.

En este punto la persona está satisfecha con lo recibido lo valora y no quiere perderlo, su cabeza funciona pensando cuáles son los trabajos que mejorarán su bono productivo y la rentabilidad de la empresa.

“Si cuidas a las personas que trabajan en la granja, ellas mismas se ocuparan de cuidar los resultados productivos”

Gastón Imola

Si quiere comprobar la veracidad de la frase anterior pruebe descuidándolas y mida los resultados.

Modo Creativo

Es el modo de funcionamiento que las personas adquieren cuando no están en un estado de alerta ya que la supervivencia no está en juego.

En modo creativo todos los recursos van dirigidos a lograr resultados objetivos, se hacen las cosas bien, se destaca, algo inherente a los seres humanos, que quieren sentirse competentes o habilidosos, hacer las cosas a su estilo y tener un espacio de trabajo donde disfrute de sanas relaciones.

El ser competente para hacer una tarea depende de cómo se ha enseñado, quién lo haya enseñado y el tiempo de supervisión y práctica que se le ha dedicado. Se aprende haciendo, pero con supervisión de alguien competente.

Se puede manejar con autonomía, darle un estilo al trabajo cuando se es capaz de hacerlo bien, esta autonomía es una necesidad psicológica básica al igual que sentirse competente.

Entrenar a las personas para que se manejen solos, que puedan tomar decisiones, es muy motivador.

Las personas que se jubilan extrañan su trabajo, pero cuando la Universidad de Harvard profundizó en el tema descubrió que aquello que extrañaban no era su trabajo, sino las relaciones que habían construido en su lugar de trabajo.

“Las personas no se van de un trabajo, se van de una relación”

He trabajado en granjas donde las relaciones construidas hicieron que las personas soporten malos sueldos y también en granjas donde sueldos extraordinarios no lograban superar el destrato de algún dueño o encargado.

Vamos al grano: ¿cómo construimos relaciones humanas?, ¿cómo producimos humanidad en la granja?, ¿cómo hacemos para que las personas quieran quedarse?

Vamos a construir capital social, a través de la edificación de relaciones, trabajando una serie de valores humanos que el equipo debe compartir.

La novedad está en transformar ese valor humano en una capacidad que se pueda adquirir. Por ejemplo, hablar de confianza en términos de capacidad, nos permite decir que “Juan”, el encargado de la granja es más o menos capaz de generar confianza en su equipo.

Cuando enseñemos a “Juan” como construir confianza se verá en sus comportamientos, se apreciará como una virtud de Juan (expresión del valor) y podrá transmitirla al resto del equipo.

Para construir capital social a través de la edificación de relaciones hay seis capacidades sociales que necesitan aprender usted y su equipo.

Las primeras tres en el ámbito personal, son las relaciones que nacen con COMPROMISO, crecen con COMUNICACIÓN y se sostienen con CONFIANZA.

Las siguientes tres, en el ámbito interpersonal, consiste en un equipo que actúa desde el COMPAÑERISMO, agrega valor COMPLEMENTÁNDOSE en la especialidad que cada uno aporta, y gestionan la producción desde una COORDINACIÓN impecable.

Las granjas necesitan invertir en capital social, es el que hace funcionar y sostiene los resultados de la granja.

Sin capital social el capital económico no produce la máxima rentabilidad.

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